16 julio 2008

Fallos burocráticos y morosos disparan los embargos por impuestos

Un cabreo monumental y dos días de sus vacaciones fastidiados por tener que estar dando viajes a la Agencia Provincial de Administración Tributaria. Eso es lo que se ha llevado Francisco Manuel García Guzmán al recibir de su banco un embargo de 307 euros por no pagar el IBI de una vivienda en Albolote que nunca ha sido de su propiedad. Curiosamente él ya había solucionado este «asunto con Hacienda» y ahora ha vuelto a darle más de un quebradero de cabeza. En la Agencia Tributaria le han hecho volver otra vez al Registro de la Propiedad y ahora ya le han comunicado que se ha solventado el problema. Así espera Francisco que sea. Ese error, que él calificaba como por lo menos de informático-burocrático y que no se explica, le ha llevado a hacer cola en la oficina de la Agencia en la plaza Mariana Pineda. No es el único. Muchos granadinos hacen cola estos días en esta oficina para saber el motivo del embargo de sus cuentas bancarias. La Agencia ha lanzado 30.320 trabas -avisos de embargo y una persona puede tener varios-. El resultado ha sido de 17.000 «positivas». Lo que significa que esas personas tienen cuentas en el banco o caja para embargar. El resto no. La casuística de las personas que llegan estos días a la plaza la Mariana con su recibido de embargo del banco o caja es muy variopinta. Muchos de ellos no saben ni el motivo por el que han llegado a este punto. Otros sí lo saben y tienen total seguridad de que ha sido la Agencia y los ayuntamientos los que se han despistado y no ellos. Es el caso de Juan Prieto. A él ha sido por una nave en el polígono Juncaril. La alquiló y no recibía los recibos para pagar los impuestos. Incluso los reclamó para pagarlos. «Yo no me niego a pagar». Ahora ha puesto una reclamación porque «yo no tenía recibos para pagarlos» y en la Agencia le han dicho que no tendrá que pagar los recargos. Su embargo ascendía a 1.860 euros. «Lo que no quiero es pagar las demoras», matiza Juan, que estos días también ha hecho cola en la oficina de la plaza la Mariana y que no se explica como «con los impuestos que pagamos suceden estas cosas». Unos por viviendas, otros por parcelas, agua, impuesto del coche... lo cierto es que la Agencia Tributaria es estos días un hervidero de gente.Piden disculpasDesde la entidad provincial, fuentes oficiales admiten que los errores se «dan indiscutiblemente», pero aclaran que son minoritarios. Asimismo, añaden que en el caso de ser así se intenta solventar lo más rápido posible. No admiten que haya problemas a la hora de depurar datos con los ayuntamientos o de poner al día los censos, más bien apuntan a que hay algunos morosos que no quieren asumir sus deberes y pagar los impuestos. Desde la Agencia manifiestan del mismo modo que «sienten que la gente tenga que esperar» cuando va a la oficina. Rebaten que hay mucha gente, no obstante, ayer mismo había colas y desde luego gente cabreada por tener que estar esperando durante una o dos horas. Lo que también les tenía despistados a muchos de ellos es que hubieran recibido el embargo por información del banco y no de la Administración pertinente. Lo más habitual es que se embargue la cuenta cuando el dinero que se adeuda es una cantidad superior a los cien euros. Desde la Agencia Provincial de Administración Tributaria también explicaron ayer a este periódico que se llega al embargo cuando ya se han agotado todos plazos voluntarios y que marca la ley. El de ahora es un embargo masivo y no el único que se desarrolla a lo largo del año. Según estas mismas fuentes se suelen realizar unos cuatro o cinco al año. Insisten en que si ha habido un error y la persona que llega a la Agencia lleva razón «se comprueba y se levanta el embargo sobre la marcha». Algunos de los que han recibido las órdenes de embargos no coinciden con eso y se quejan de que deben realizar un trabajo de notificación extenso a pesar de que «no somos nosotros los equivocados».Desde la Agencia Tributaria cifran en un 0,3% o un 0,5% los casos en los que se produce un error administrativo, informático... y se llega al embargo. Asimismo, exponen que es más habitual que haya gente morosa. Vamos, que se les embarga porque no pagan los recibos. En esta línea, sentencian desde la Agencia que «los malos de la película no somos nosotros. Los buenos de la película somos nosotros». En referencia a que quienes no pagan y son unos «morosos» son los que están siendo «insolidarios» y dejando a un lado sus obligaciones como ciudadanos.En relación al número de personas que no suelen pagar los impuestos municipales la estadística no es tampoco muy abultada si se tiene en cuenta el total de contribuyentes de la provincia. Según la Agencia Tributaria el 80% de las personas suele pagar estos impuestos en el plazo voluntario que se da para ello. En el ejecutivo, antes de llegar al embargo, lo suele hacer un 10%. Después se suelen dar otras circunstancias y «un porcentaje no muy alto son los morosos. La cifra de morosos es pequeña», sentencian. Aunque haberlos los hay. FUENTE: http://www.ideal.es/granada/

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