17 abril 2010

Los políticos ‘pasan’ de llevar a sus hijos a la escuela pública

Son los encargados de decidir sobre los designios de la educación pública y de cómo se reparten los presupuestos para gestionarla. Sin embargo, los políticos no se queman las manos. Los altos cargos públicos apuestan en su mayoría por la enseñanza privada, y a la hora de llevar su descendencia al cole, pocos la inscriben en la pública, desechando así la supuesta calidad que pregonan en mítines y discursos

.El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es uno de los pocos miembros del Ejecutivo que matricula a sus hijas en centros públicos. En su día estudiaban en el C.P. San Miguel, de las Rozas (Madrid), donde recibían clases de religión por decisión paterna. Así lo reconoció él mismo en una entrevista concedida a la periodista y escritora Consuelo Sánchez Vicente: “Mis hijas estudian religión en el colegio público San Miguel de las Rozas. Yo lo he decidido libremente”.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, barre en este sentido para casa. Casado con una profesora de idiomas que ha impartido clases en el Liceo Francés, ha llevado a sus hijos a este centro que es privado, laico y mixto. Dependiendo del curso, el gasto oscila entre los 3.800 y los 4.400 euros anuales, sin contar con la inscripción, cuyo coste es de 800 euros. El centro imparte clases de italiano, alemán, inglés y francés, en su amplia superficie de 180.000 metros cuadrados . 
Por su parte, la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha optado por llevar a sus hijos al Colegio San Patricio, en La Moraleja, un centro privado de formación católica fundado en 1958. El centro cuenta con un proyecto educativo basado en la formación cristiana, inglés desde los primeros cursos con opción de estudiar un tercer idioma, y en el que cada alumno supone a los padres una inversión en torno a los 600 euros mensuales.
....  “¡Qué fácil es decidir sobre la educación de los hijos de otros!”


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