No sólo del euríbor y sus vaivenes dependen las cuitas de las economías familiares. La tragedia de no poder afrontar el pago que asegura un techo se extiende más allá de las hipotecas. Ahora le llega el momento a los alquileres. El impago de la renta a los arrendadores es tal en Granada que ha reventado literalmente la estadística judicial. No es una exageración. Sí lo es el incremento que han experimentado estos casos.
es una pena , levantalo y le pones una silla
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